Durante el mes de enero, normalmente tienen lugar las mayores olas de frío de todo el invierno lo que nos incita a abusar del uso de la calefacción en nuestro hogar y puesto de trabajo. Sin embargo, en la mayoría de los casos no somos conscientes de la repercusión que puede tener para nuestro bienestar y salud.
Uso de la calefacción
El uso de distintas calefacciones lleva consigo una drástica reducción de la humedad del ambiente, convirtiendo el espacio en el que convivimos en un lugar seco que puede llegar a ser perjudicial para nuestra salud y conllevar problemas respiratorios. Para lograr compaginar calefacción con salubridad es necesario mantener entre una humedad de entre un 40% y un 60%, logrando así un ambiente húmedo y confortable.
Además, diversos virus y bacterias, se sienten cómodos en los ambientes secos, lo que puede producir infecciones y enfermedades de origen respiratorio. Actualmente el virus de la Covid-19 se encuentra muy presente en nuestras vidas y ha quedado demostrado que su transmisión es principalmente es producida por aerosoles, es decir, gotículas que quedan suspendidas en el aire. Cuando la calefacción está en pleno rendimiento, el ambiente es seco y estas gotículas pesan poco y se mantienen en el aire durante más tiempo, siendo mucho más probable un posible contagio.
Humedad recomendada
Sin embargo, un rango de humedad de entre el 40% y el 60% favorece a que las gotículas aumenten su tamaño y peso con la humedad y caigan antes al suelo, evitando quedar suspendidas en el aire durante mucho tiempo y minimizando el riesgo de contagio por esta vía. Es decir, cuanto menor sea el nivel de humedad mejor se sentirá el virus y más riesgo de contagio habrá y viceversa.
Por todo esto, para conseguir un habitáculo seguro y saludable es muy importante mantener el nivel de humedad correcto y así evitar infecciones y problemas respiratorios.
Algunas recomendaciones que podemos seguir para lograr un rango de humedad saludable son:
- Mantener una temperatura ambiente de alrededor de 22º aproximadamente, si la temperatura aumenta, la humedad será menor y por tanto más perjudicial.
- Controlar la humedad del habitáculo con ayuda de un higrómetro, lo idea es de entorno al 50% de humedad.
- Usar humidificadores, plantes, o incorporar una fuente de agua cerca de los radiadores para lograr la humedad deseada. También pues tender la ropa humedad en el interior para conseguir humedad y un fantástico aroma en la vivienda.
- Es muy importante controlar el nivel de humedad en toda la casa u oficina para conseguir una estancia saludable para toda la familia o compañeros.
En estos gráficos se puede observar, como la zona verde es la realmente saludable por existir un equilibrio entre la temperatura y el rango de humedad y que esta misma zona es la más perjudicial para los virus. Del mismo modo, se expone que una humedad de alrededor del 40% al 60% sería la óptima para cuidar nuestra salud respiratoria y mantenernos sin frío durante esta ola de frío.
