¿Sabías que respiramos alrededor de 9.000 litros de aire al día?
Actualmente nos preocupamos por nuestra alimentación, intentando comer alimentos sanos y ecológicos y evitando comidas repletas de grasas, con conservantes o alimentos ultraprocesados. Además, más de 3.000 millones de litros de agua de la que bebemos anualmente es embotellada para garantizar así la calidad de la misma.
Y el aire que respiramos… ¿es aire de calidad?
Hasta ahora, nunca habíamos pensado en la calidad del aire que respiramos a diario en espacios cerrados. Sin embargo, el aire que inhalamos día tras día llega directamente a nuestro sistema respiratorio ocasionando en muchos casos graves infecciones y patologías.
Más del 90% de nuestro día a día lo pasamos en habitáculos cerrados rodeados de otras personas, en el trabajo, en el gimnasio, en casa, en la compra… Debido a nuestro ritmo de vida, pasamos el día respirando aire que otra persona ha exhalado, es decir, “aire de segunda mano” lleno de bacterias, polen, virus y aerosoles.
Las concentraciones de CO2 en espacios cerrados aumentan de forma rápida en presencia de un mayor número de personas, ya que estas exhalamos CO2 al respirar. Así, un alto nivel de CO2 lleva asociado un alto nivel de aerosoles exhalados por una persona y respirados por otra, considerándose una calidad del aire pésima, y un aumento del riesgo de contagio si alguien estuviera infectado de una enfermedad vírica.
Además de estas consecuencias, las altas concentraciones de CO2 pueden conllevar otros efectos nocivos para la salud como disminuir las capacidad cognitivas, fatiga o cansancio, bajo rendimiento y falta de concentración o dolores de cabeza.
Por otra parte, una humedad relativa de entre el 40% y el 60% es la que se recomienda para evitar problemas de salud y lograr mayor calidad del aire. Esto es debido a que en espacio interior con una humedad relativa baja los aerosoles se mantienen flotando en el ambiente durante más tiempo, incluso llegan a disgregarse y multiplicar la cantidad. Al contrario ocurre con una humedad relativa óptica, ya que los aerosoles aumentan su tamaño y peso y caen rápidamente al suelo, además de ayudarnos a respirar mejor y evitar dolores de cabeza y agotamiento.
Desde Jucar Instalaciones hemos desarrollado un sistema de medición y monitorización de la calidad del aire, para lograr que todos respiremos aire de calidad.
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